La autoestima tiene muchas fuentes, sin embargo la más importante,suele ser el propio reflejo, que ven los niños en sus cuidadores.
Esa confianza básica que tienen algunos y que traen tantos beneficios a lo largo de la vida, suele ser un regalo de sus padres, que se transmite a través de miradas, el tono de voz y por una secreta convicción, una confianza de que sus hijos serán capaces.
Detrás de cada niño pequeño que cree en si mismo,
está un padre que creyó primero.